El problema es que no se francés, pero este título me va que ni pintado para la ruta del pasado domingo, 27 de febrero de 2011, esta vez el grupo era más reducido, pero 19 moteros y moteras, para nuestra primera ruta interprovincial de este año.
Como de costumbre y con la puntualidad que nos caracteriza nos pusimos en marcha dirección a la Puebla de Montalban, no es que tengamos acciones en esta carretera, no que nos cobren peaje por utilizar otras alternativas, pero sí que es verdad que tenemos algún compa con alergia a las autovías, jajajajaja…, circunvalamos la población de Gerindote famosa por sus fabricas de molduras y no tanto por su concentración veraniega que organiza nuestro amigo Ernesto, unos pocos de kilómetros mas allá, llegamos a Rielves donde hicimos un conato de parada para fumar y tomar un café, que no tuvo éxito, nos vino bien para reagruparnos, sin darnos cuenta estábamos en la A40, autovía que circunvala Bargas, para llegar a Mocejon y retomar nuestra marcha por carreteras secundarias, dejando a la izquierda, Villaseca de la Sagra, Añover de Tajo, y de nuevo 4 kilómetros de autovía (A-IV) para desviarnos hacia Aranjuez, tal y como habíamos previsto en una hora y cuarenta minutos y 134 kilómetros de recorrido.
Como de costumbre y con la puntualidad que nos caracteriza nos pusimos en marcha dirección a la Puebla de Montalban, no es que tengamos acciones en esta carretera, no que nos cobren peaje por utilizar otras alternativas, pero sí que es verdad que tenemos algún compa con alergia a las autovías, jajajajaja…, circunvalamos la población de Gerindote famosa por sus fabricas de molduras y no tanto por su concentración veraniega que organiza nuestro amigo Ernesto, unos pocos de kilómetros mas allá, llegamos a Rielves donde hicimos un conato de parada para fumar y tomar un café, que no tuvo éxito, nos vino bien para reagruparnos, sin darnos cuenta estábamos en la A40, autovía que circunvala Bargas, para llegar a Mocejon y retomar nuestra marcha por carreteras secundarias, dejando a la izquierda, Villaseca de la Sagra, Añover de Tajo, y de nuevo 4 kilómetros de autovía (A-IV) para desviarnos hacia Aranjuez, tal y como habíamos previsto en una hora y cuarenta minutos y 134 kilómetros de recorrido.
Quien no ha visto alguna vez Aranjuez, aunque no haya sido más que en fotografías, postales o reportajes, habíamos llegado a la ciudad del amos, aunque por unas horas seria la ciudad de las motos, la primera maravilla, nos la dejábamos a la izquierda nada más llegar a la ciudad, la estación de ferrocarril, famosa por haber sido escenario de películas de época, la primera que me viene a la menta es “Donde vas Alfonso XII” rodad en sus maravillosos palacios y jardines, que por su puesto no podíamos dejar de visitar, aun con lo apurado de la visitas y con las ansias de participar en la reunión motera.
Para llegar al Bar Akaldo, cruzamos transversalmente la ciudad, por la calle abastos, cuando todo iba de maravilla y empezábamos a disfrutar de nuestro viaje y pensando que los peligros están en la carretera (los que piensan que los moteros somos unos locos de la velocidad) una inconsciente conductora, (que quede claro, que no tengo ningún problema con las mujeres que conducen) seguramente distraída con el móvil, la radio o un cigarrillo, o yo que sé, se llevo por delante a nuestro amigo Gregorio, su esposa y su flamante BMW 1100, afortunadamente, con consecuencias leves tanto para Ana, como para la moto, un dolor en el tobillo hinchado, que esperemos hoy haya remitido.
Ya en el Bar Akaldo, más relajados y tomando el primer refresco, pudimos conocer a colegas de la FCMM, y de otros motoclubs del sur de Madrid, gente guapa, amable y simpática, gracias a Fernando Mototurismo, que ejerció de anfitrión y se encargo de todo momento de las presentaciones.
Sobre las 14:30, llegaron los judiones, francamente buenos, doy fe de que alguno repitió hasta tres veces y a partir de ahí, ya todos sabéis como terminan las moto-rutas, unas pocas risas, el sorteo, las despedidas y hasta la próxima.
